miércoles, 14 de abril de 2010

Megara

B se encuentra en la costa de Megara. Aquí unos humanoides con facciones de pez y escamas, denominados Ichthian, la atacan. Ella no puede comprender como los dioses permiten que estos seres tengan capacidades chamánicas. Unas horas después descubre un naufragio, lo peor de esto es que los marineros se han convertido en Wraiths y la playa está infestada de otros muertos vivientes y aves enfermas.

Ella aprovecha una parte del barco que se encuentra en la playa como refugio. Come algo y practica con el bastón de su padre y sus artes, logra mejorar un poco su técnica del corazón del hielo. Por supuesto que se siente muy fresca aún expuesta a los rayos del sol, en una playa con una armadura de cuero en el pecho. Tiene sus ventajas el saber comandar los elementos.

Encuentra una cueva en donde habitan hombres pez, estos resultan ser oponentes duros sobre todos los chamanes, quienes pueden curar sus heridas y lanzar fuego. La cueva no es tan grande pero resulta obvia la cautela. Los Ichtian al parecer han tenido una buena racha ya que B encuentra bastantes tesoros, tal vez producto de los naufragios que ahora entiende no son accidentes. Estos seres no le son desconocidos; pero no sabía que provocaran naufragios ni que entrenaran tortugas gigantes para ser sus mascotas. Algo que B descubrió un tanto a su pesar ya que al intentar golpear a una de ellas lo único que logro fue romper su propio bastón. Un poco desesperada, ya que los trozos de hielo parecían rebotar en el caparazón de las tortugas, tomó el bastón de su padre y por primera vez salió un rayo de él. B aprovecho el desconcierto de sus dos oponentes para conjurar su encantamiento de tierra, la combinación fue mortal para las tortugas.

Ella se encontraba feliz de poder usar el bastón de su padre, incluso terminó con otros contrincantes, sobre todo chamanes, usando sólo el bastón. Esto le hizo sentirse muy cansada ya que el esfuerzo fue mayúsculo. Pronto encontró un lugar en donde acomodarse y se quedó dormida. Despertó a las pocas horas sintiéndose mareada, sudando. Realmente tardó mucho en darse cuenta que se estaba muriendo. Mientras dormía unos insectos del tamaño de su mano tejieron una especie de red a sus pies y le inyectaron un veneno que la debilitaba. Con mucho trabajo logro convocar su nube y el encantamiento de tierra, esto la ayudo a matar casi al instante a los insectos y destruir la tela que la sujetaba; sin embargo, combatir el veneno era otra cosa. Para su suerte recordó los ungüentos que la ninfa le había dado, se tomó uno y se desmayó. Despertó casi un medio día después con mucha hambre y sed. No le importó probar los insectos.

Se enfrentó a otro grupo de hombres pez y sus enormes mascotas. Tal vez el encuentro hubiese sido más sencillo de no tener una táctica de combate bastante eficiente sus contrincantes. Nuevamente pensó en la implicación de los dioses para proveer de inteligencia a estos seres.

Por fin divisaba su destino, un grupo de guerreros mataba a unos Ichthian que intentaban ingresar a la ciudad; llegó lo suficientemente a tiempo para impedir que le chamán matara a uno de los guardias. Se encontraba por fin en la ciudad de Megara, ya tendría tiempo para descansar después ahora lo que le importaba más era hablar con Timon, el regente de la ciudad.

Las ruinas y la playa.

Una emboscada de zombis y esqueletos arqueros le indica que está en la dirección correcta, B no tarda mucho en encontrar las ruinas. Encuentra lo que en algún tiempo debió ser un templo, tal vez de Zeus, dado que entre los escombros puede percibir un rayo tallado. Aquí un liche que utiliza magia de hielo plantea un reto interesante para B, la táctica de los muertos vivientes es simple: proteger a su líder de los trozos de hielo de B mientras los propios trozos que él lanza intentan aniquilarla. Ella logra escapar de dicho predicamento con sólo algunos rasguños.

Sigue un camino que se encuentra delimitado por una montaña, a su izquierda, y el mar a su derecha; este lleva a la entrada de las ruinas que fueron hechas en la montaña misma. Las columnas parecen sólidas y se aventura dentro del lugar. Desde que entra puede sentir la fuerza y la magia que hay en el lugar, unas antorchas evidentemente mágicas iluminan las ruinas, la entrada se encuentra desierta, en las primearas cámaras encuentra los ya habituales esqueletos con arco. Pero algo la inquieta, algo se mueve entre las sombras, puede sentirlo aunque no verlo, en instantes tiene amenaza nueva encima de ella, un rápido movimiento de su bastón logra desviar el golpe que iba dirigido a su cuello, luego el esqueleto es destruido por un trozo de hielo. Este nuevo adversario usa las tácticas de los ladrones, ni siquiera se atreve a tomar la daga que yace casi a sus pies, claramente tiene veneno y no solo en el metal.

Los esqueletos no representan problemas para la destreza de B con la magia de hielo. Ella se confía a tal punto que abre un par de sarcófagos y activa una trampa oculta en uno de ellos. Para su fortuna los dioses no la han abandonado, como parece ser ha ocurrido en todo Atenas con esta plaga de monstruos, la trampa era de hielo una nube de hielo que B absorbe sin dificultad. Las ruinas dejan resultan ser una desilusión no sólo por la sencillez de los encuentros sino porque no hay objetos tan valiosos para la lucha ni para el comercio.

B pasa la noche en las ruinas practicando sus poderes de tierra y fuego, aún no se encuentra convencida de poder manejarlos debidamente. Sale de las runas cuando el sol se pone en el horizonte, encuentra un par de esqueletos en el bosque, luego se enfrenta a una patrulla de sátiros comandados por un centauro, esto le viene de maravilla ya que traen comida y ella tiene mucha hambre. Ya no quiere seguir comiendo sólo pan y carne seca. Se sienta frente al guiso que resulta ser un excelente conejo.

El camino no es sencillo, es un ascenso montañoso y lleno de harpías. Las conoce bien pues es una práctica común entre los stormcaller luchar contra estas, debido a su resistencia a los rayos y a su propia capacidad de producirlos. A pesar de esto el encuentro no es sencillo ni grato para B, una de las harpías logra asestar uno de sus rayos en su costado derecho, siente el dolor en todo su cuerpo y sólo una gran fuerza de voluntad la mantiene consciente. Mata a las dos harpías restantes y tirada en el suelo sin moverse se queda dormida.

Despierta con un sonido que no ha oído en mucho tiempo ahora, el canto de unos pájaros. Esto la anima y se dedica a practicar con el bastón de su padre. Sin embargo sigue siendo demasiado poderoso para ella no puede conseguir nada con él. Se lo coloca en la espalda y toma el suyo, tantos recuerdos que tiene con este bastón le resulta difícil pensar en dejarlo; pero entiende que si las cosas empeoran su bastón no le servirá de nada y tal vez tampoco el de su padre.

El ascenso termina, ahora todo es cuesta abajo hasta la playa de Megara. Ya puede escuchar el mar, las olas chocando contra la roca; pero antes de poder sentir la arena bajo sus pies un campamento sátiro le corta el camino. Aunque no será por mucho tiempo.

B: Unos brazaletes

B se siente diferente. O "siente" de forma diferente se puede decir: puede sentir el palpitar de las rocas, la "respiración" del viento y hasta el calor del sol parece distinto. Ella se pone a probar sus nuevos conocimientos. Ahora además de su nube de tormenta puede hacer un "encantamiento de tierra" el cual agrega daño por fuego a sus ataques.

Mientras se halla practicando en el cementerio un joven con cautela se le aproxima. B no debe atacar a un aldeano desarmado, ella es desconfiada por naturaleza así que se encuentra preparada para lo que sea. El joven resulta que trae noticias sobre que los pozos de agua de la aldea han sido envenenados, en la entrada oeste de la aldea se encuentra el manantial de donde se obtiene el agua. Ella sale hacia dicha zona y se encuentra nuevamente en la búsqueda de la madriguera de arachnos los hombres araña.

Tarda horas de combate para llegar al manantial, sin embargo hay algo muy raro al parecer de alguna forma esta oculta la madriguera, debe ser una magia poderosa. Cansada y a punto de rendirse se le aparece de la nada una ninfa de agua, ella le revela la ubicación de la madriguera. Pasan la noche juntas, la ninfa le ayuda a curar las heridas del día y le ofrece un refrescante desayuno a base de frutas como aliciente a su próxima batalla. La ninfa le dice unas palabras en su idioma, le aclara que ha pedido a los dioses que la velen. Ya que es un espíritu afín.

La cueva es enorme y está totalmente infestada. Gracias a las hierbas que la ninfa le dio el veneno de los pequeños insectos. B puede sentir como sus nuevas habilidades la drenan rápidamente de sus energías mágicas, debe hacer pausas para poder recuperarse y practicar aún más estos nuevos conocimientos. Decide no estar lista para usarlos del todo y prefiere continuar con sus conocimientos sólo en la tormenta.

La alarma ha llegado al alto mando de los arachnos y un par de patrullas de elite han intentado acabar con la amenaza que B representa; pero sin éxito. La reina en este caso tiene también un grupo de elite para salvaguardarla, logra acabar con todos no sin salir del todo ilesa, uno de los arachnos la atrapó con una red con espinas, todo el brazo izquierdo le sangra ya que para poder conjurar debe utilizar ambos brazos y se rasgo la piel de este brazo mientras lo hacía.

Los tesoros en la cueva son cuantiosos. Aunque casi todo es para guerreros cascos, armaduras, ante braceras; pero esto se puede cambiar fácilmente por oro debido a la situación actual. Fastidiada de estar como insecto en la cueva con poca luz y sangrante, B regresa con la ninfa quien le cura nuevamente sus heridas y le obsequia unos ungüentos para restaurar su cuerpo y su magia. Al regresar a la aldea, el gua ya se encuentra limpia, el joven que le pidió su ayuda es el primero en recibirla, ella le da un obsequio de lo que encontró en la cueva: unos brazaletes de fuerza.

B paso un día más en la aldea, nuevamente los aldeanos le pidieron ayuda ya que durante toda la noche muertos vivientes atacaron la entrada noreste de la misma. Los mismos guardias saben que hay unas ruinas cerca, el lugar más probable para que se engendren estos monstruos. Ellos no pueden dejar la aldea indefensa ya que un gran grupo de soldados fueron a cazar a un cíclope, la aldea estaría totalmente indefensa de irse.

Nuestra heroína se dispone alista para asaltar las ruinas. Reza a los dioses naturales y parte de la aldea. Lo que ella ignora es que en la cueva de los arachnos dejo una cámara sin revisar, un tiempo más tarde unos niños serán las víctimas de los insectos que allí moran y será un joven el que salve en esta ocasión a la aldea, gracias a unos brazaletes de fuerza.

B: Elementalista

B una stormcaller, debe consultar al Oraculo; sin embargo, no cualquier mortal puede consultarla y solo Timon de Megara sabe lo que se debe hacer para entrar al templo de Delphi.

La historia nos sitúa en las altas planicies de Mycea en Esparta. La situación en todo Atenas es crítica, las planicies no son la excepción: campamentos de Sátiros y patrullas de Centauros las dominan. Para colmo algunos animales se han vuelto muy agresivos, están enfermos y pueden contagiar dicha locura. Un grupo de aves ataca a B quien, cubierta en su Nimbus (nube de tormenta) con la mejora Corazón de Hielo, logra disminuir la velocidad de sus atacantes los cuales son presa fácil para ella.
Tarda un día para atravesar las planicies y llegar al bosque, a la orilla del mismo encuentra unas ruinas en donde esqueletos y zombis las controlan. Ella decide erradicar la maldad de este lugar, y porque no tal vez encontrar algún objeto mágico para su colección.

Ella heredó de su familia tres objetos: Una armadura hecha con la piel de una Wraith, un poderoso muerto viviente, esta le ayuda para concentrar su poder mágico; Mindlash, un poderoso brazalete que perteneció a su abuela, el cual tiene cierta probabilidad de herir a todo atacante ya sea con un rayo, dejándolo medio noqueado o simplemente absorbiendo su vida; por último su padre le dio un bastón de rayos que aumenta todo daño causado por este elemento. Aún no ha logrado dominar al objeto.

Por fin luego de pasar la noche en las ruinas y desayunar un poco de pan. Se adentra en el bosque, allí la ataca un grupo de jabalíes. Parece ser un encuentro sencillo, pero de los matorrales sale un jabalí con la piel blanca y los ojos enrojecidos, un verdadero monstruo. Con la carga logra desestabilizar a B y la hiere en una pierna, ella a base de su ataque mágico logra matar al monstruo antes de que vuelva a lastimarla. Debe hacer un receso para poder continuar.

Entrada la noche se acerca a un par de campamentos Sátiros, que bloquean la salida del bosque. Ella encuentra una piedra ritual antigua, logra sacar el poder contenido en ella y obtiene una armadura de hielo con lo cual logra acabar con ambos campamentos. Aún con la presencia de dos chamanes de fuego. Sólo su pericia y velocidad que tiene para crear "trozos de hielo" que lanza como armas la mantienen segura de las lanzas que los sátiros portan; sin embargo, una flecha se le clava en el costado, aun cuando la herida no es grave esta trae consigo una sorpresa: veneno. Durante la madrugada mientras recolecta las cosas que puede en el campamento, lucha contra una fiebre que le hace ver y oír cosas que parecen de otro mundo.

En la mañana puede ver una especie de pasaje hacia el interior del bosque, detrás de las chozas sátiro, al investigar se topa con unos guerreros mitad hombre mitad arácnidos. No puede permitir que estas creaturas invadan el bosque ahora que ya no hay sátiros, luego de unas cuantas horas de lucha llega hasta una cueva en donde los monstruos viven y se reproducen. Luego de eliminar a los cuatro guardias de la entrada el resto es sencillo, sólo unos cuantos sirvientes y la reina se encuentran dentro, al quemar los huevecillos se regresa a la aldea sátir.

La mañana no resulta tan agradable, una patrulla de sátiros comandada por 3 enormes centauros han irrumpido en ella. La batalla es corta pero peligrosa, el mayor de los centauros logra destruir el casco de B con un golpe de espada, claro que mejor el casco que la cabeza. Ella lo termina y luego busca un casco nuevo.

Por fin logra llegar a un sitio "civilizado" la aldea de Tegea. Después de la comida, se dedica a reconocer la aldea, vende y compra con el comerciante local y mientras recorre los establos logra ver a tres sátiros que allí se ocultan. Los elimina sin dificultad, entonces se da cuenta que los sátiros no estaban escondiéndose de los guardias sino de los esqueletos que los seguían desde el cementerio de la aldea. Logra fácilmente destruir a los esqueletos, al llegar al cementerio se encuentra con tres esqueletos que no conocía dos liches que pueden lanzar rayos y lo peor un esqueleto capitán que, según las leyendas, puede mejorar las condiciones de ataque de los demás muertos vivientes.

Regresa extrañamente cansada a la aldea después de limpiar completamente el cementerio, es medio día pero el cansancio la vence. Durante su descanso un sueño con demonios, fuego y uno de sus ancestros la hace despertar sudando. Sólo recuerda que su ancestro le dice "Ya no eres una stormcaller ahora eres elementalista". B ahora no sólo controla el poder de la tormenta sino que además el de la tierra y el fuego.